jueves, noviembre 22, 2007

BOFILL I ONAN, 12 - CAMELFALL, 1

UNOS LATIGAZOS, POR FAVOR!



Venga, jaleo!! Hoy vamos a jugar a "Ensañamiento Sobrado". Cierto es que un equipo competitivo no puede relajarse en exceso ni bajar de revoluciones si pretende mantener un nivel y un estado de forma óptimos. Pero de ahí, a intentar de fliparse en exceso cuando el equipo rival no tiene jugadores substitutorios y además cuenta con dos lesionados en el campo... De acuerdo, el equipo camellero a veces parece una banda fusilánime y su oponente no tiene ninguna culpa de que los propios jugadores se rompan y no haya posibilidad de cambio. Pero, por favor! A pesar de los denodados esfuerzos de este servidor por describir esta Liga como la más espectacular del mundo, solo comparable con la LFP, la Premier, el Calcio, la Bundesliga y la Euredivisie, la verdad es que este campeonato no deja de ser un torneo amateur para hacer deporte y pasar el rato. Un equipo que lidera la clasificación, que está venciendo con holgura todos sus compromisos, ¿qué necesidad tiene de ensañarse con el "farolillo rojo"? ¿eso de presionar como un poseso la salida del balón de un magullado rival cuando se vence 8-1 o 9-1? No se puede generalizar pero parecía que alguno se estaba jugando la honra y el orgullo por obtener una renta de escándalo. Parecía que si el contricante no salía baldado, alguno no se iría a dormir tranquilo. ¿O quizá pensaba que los jugadores rivales iban a quedarse asombrados por tanta calidad futbolística y se iban a postrar ante unos dioses del fútbol?

Poca historia tuvo el partido. Primero y último se enfrentaban y las condiciones tampoco vaticinaban una gran igualdad. Camelfall se presentó con lo puesto: los justos para jugar (Chusma estaba malito en casa) y con Alberto recién llegado de su viaje laboral por Málaga. El líder no contaba con un portero fijo, pero tampoco iba a resultar un problema insalvable. Tienen mejor equipo, mejor organización y mejor condición que los camelleros. Aún así, la primera parte fue bastante entretenida y las diferencias no fueron las que, a priori, podían esperarse. Camelfall se plantó serio sobre el campo y vivió una réplica de la historia de la semana anterior. Mientras tuvo fuerzas, supo contener a Bofill; Después, otro gallo cantaría.


El primer tanto fue un error garrafal de Miguel, que se tragó (lleva ya algunas semanas tragoncete) un balón en pleno despiste. Fue el único error en el primer tiempo y, aún así, la lluvia no había empezado a caer. Ortega tuvo ocasión de empatar tras una espectácular volea que el portero envió sobre la ralla por encima del travesaño. Alberto y Ramon tuvieron también una doble ocasión. Fue, sin embargo, Bofill quién volvería a marcar. Rápida salida desde la propia area, movimiento estático que atrajo a dos defensas camelleros hacia su izquierda y el pase en largo cruza en diagonal por la banda inversa. El delantero ajusta bien al palo izquierdo de Miguel, que poco puede hacer en el mano-a-mano. Alberto seguía buscando sus pulmones a ras de campo (2-0).
Camelfall supo aguantar el golpe psicológico y no perdió el norte (aún). La siguente gran jugada de Bofill que acabó con disparo a la red, fue rápidamente contestada con el gol olímpico de Ramon (3-1). Los camelleros aún tendrían alguna ocasión más para reducir más las diferencias. El descanso, llegaba con un más que digno 3-1.

La Segunda parte no tuvo color. Ni falta que hizo. Al parecer la resistencia azulada del primer tiempo debió soliviantar a algún jugador, que salió algo frenético en la segunda parte (y no era el portero de la primera). La motivación hizo aparición y fue in crescendo a medida que se fue aumentando la diferencia. Con el 4-1, Javi se lesionó tras una espectacular jugada personal que no acabó en gol. No podría correr más. Tras el 5-1, Miguel le dejó su lugar en la porteria, presto a defender con bravura para evitar el tormentón que se avecinaba. Poco después, tras una gran jugada entre Alberto y Ramon, que éste último envió a la red por fuera, el "Malaguita" también se lesionaria en un control. Otro lisiado más para el equipo azulado. Aquello pareció enarvecer un poco más a alguno de sus rivales. Los goles fueron llegando, todos iguales, con Javi sacando algún que otro balón, pero forzosamente estático en las salidas. Uno a uno, los delanteros de Bofill solo habían de empujar el balón con la portería vacía. Aparte, el árbitro les regalaría uno extra (yo conté 11, pero tampoco tengo claro quién perdió la cuenta).

Pero, evidentemente, toda humillación debe tener una puntilla final. Como no podía ser de otra manera, el portero de Bofill se tomaría la licencia de jugar de portero-delantero e intentar ridiculizar a los jugadores rivales, buscando la jugadita de lucimiento, regateando y sorteando contrarios. Parece que ver a los jugadores rivales hundidos y afligidos (tema aparte de los dos lesionados), deseando el final del partido, le hizo crecerse a la estrellita, que no dudó en pretender autoproclamarse como crack de cracks, poniendo a prueba la paciencia del contrincante, que bastante tuvo con no frenar violentamente semejante ostento de pavoneo y prepotencia. Para colmo, su "hazaña" no acabó en gol y propició una contra que detuvo con los puños varios metros fuera del área. El colegiado, supongo que fascinado por tanto poderío abusón, señaló el final del encuentro sin reparar en el detalle. Después de todo, con semejante exhibición, ¿qué más daba? ¿qué iban a hacer estos perdedores ante tanta sobrada demostración?. En fin. Por payasadas de este tipo, los partidos se calientan innecesariamente.

Para consolar semejante descalabro futbolístico, os dejo con este par de aficionadas que le ponen al mal tiempo muy buena cara.

1 Comments:

At 5:35 p. m., Anonymous Anónimo said...

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