jueves, noviembre 22, 2007

CAMELFALL, 4 - SANTS ESCREMA, 10

HECATOMBE!!

Por favor, entrenen condición!!!. Camelfall volvió al Jardín de las Esencias Derrotadas y se reencontró con una dolorosa derrota, evidencia de las pésimas segundas partes que la afición camellera ha de aguantar. El resultado final, algo escandaloso, es un reflejo algo equivoco de cómo transcurrió el partido, empatado hasta inicios de la segunda parte y secundado por un constante equilibrio en el marcado. La goleada fue un excesivo castigo a un buen partido camellero, que vió su hundimiento por debajo de la arena como consecuencias o de sus propias limitaciones físicas (no tenían suplentes) y el desbarajuste defensivo que se produce cuando el nivel y la concetración se rebajan.

Con la baja de Miguel en la porteria (a la que había que añadir la de Javi y Ramon), el Reverendo enfudó los guantes para guardar un marco que acabaría como un queso gruyere pese a sus valerosos esfuerzos. Poco acertado estuvo en el primer tiempo (casi todas oportunidades devinieron en gol), pero mantuvo el justo tono a repercutir en los camelleros en fe por hacerse con el encuentro. El 0-1 inicial fue rápidamente contrarestado por Ortega. El empate tampoco duraría demasiado, pues otro mano-a-mano de Sants, de nuevo muy dependiente de su número 9, acabaría en la red camellera.

Los azulados nunca le perdieron la cara al partido y se mantuvieron entonados en ataque. Adrien reestablecía la igualada (2-2) y devolvía la confianza a un equipo que, mientras tuvo fuerzas, supo manejarse con cierta soltura. Chusma se mostraba valiente en la salida de balón y no se excedía en concesiones, mientras que Alberto se mantuvo en constante lucha con los defensas rivales. Sants Escrema volvió a adelantarse y un nuevo zapatazo de Ortega desde fuera del área dejaba la balanza de nuevo a nivel. Y con el 3-3 se llegó al Descanso.

El Segundo Tiempo ya serían palabras mayores. El desgaste físico se notaría a grandísimos rasgos y, pese a que Porro estuvo algo más inspirado bajo palos, la suerte prontó se decantó por los visitantes. Un extraño golpeo de balón desde el corner sorprendió al meta camellero a contrapie y estableció el 3-4. A partir de allí, Camelfall aguantó lo que pudo en búsqueda de un nuevo empate. Pero una vez llegaron las contras, el desangre fue total.

Del 3-4 se pasó al 3-9 en nada, todo jugadas calcadas: 2 delanteros contra el portero, pase y empuje de balón. Así de fácil. Todos los goles iguales a excepción de un remate de cabeza en plancha a menos de metro y medio del portero. Cinco goles consecutivos en menos de 5 minutos. El partido quedaba sentenciado.

En la recta final, Alberto recortaría distancias en un doble penalty (4-9) y buscaría en ataque más ocasiones de maquillar un marcador demasiado contundente pero reflejo de los males que azotan a los camelleros.


El toque final fue un décimo gol que terminaba de dinamitar la moral y reafirmaba lo cruel que puede llegar a ser el fútbol. La solvente primera parte de los camelleros se fue al traste en un visto y no visto. El estado físico de los jugadores no da para más.
El siguiente encuentro camellero a jugar es contra Bofill y Arnan, equipo que lidera la clasificación con claridad desestresante y destinado a repartir sobradumbre ante cuantos rivales se les pongan por delante. En la próxima crónica explicaremos los pormenores (o pormayores) de dicho choque.
Agur!