lunes, noviembre 05, 2007

CAMELFALL, 5 - MCGILLYCUDDY'S, 4

AIRE, POR FAVOR

Hay que reconocer que ser esfuerzan. Pero nuestros camelleros sufren el Sindrome de Ronaldinho. El último partido fue el reflejo de este comienzo de temporada, en el que los chicos azulados llegan a la última recta (que no es el femenino del recto) con menos energías que los abstemios de Chocokripies. Sus pulmones reivindican, reclaman y exigen aire y sus piernas sienten más garrotazos que el rey de bastos. Hasta entonces, saben a qué juegan (bueno, teniendo en cuenta que sus conocimientos no son todo lo que nos gustaría) y dan la talla. Después... la cosa se pone malita.

Ortega, deportista durante la semana, ebricionista a finales de ella, nos lo explica: "Hay que hacer los cambios más rápido. Hay que pedirlo". "Uff! No sé si habrá aire para pedirlo o fuerzas para llegar a la banda", le responde un compañero que desea mantener el anonimato. "Hay que pasar la pelota" - reclama Alberto. Razón no le falta: hay que pasarla... por debajo del larguero y entre los dos postes. El portero está en medio, aunque no vamos a echarle la culpa. Tampoco va a subirse al travesaño para tocar bola.


Chusma se siente un poco incomprendido.
La jugada parecía buena: la controla, se planta delante del portero, recoge el rechace del primer disparo y... en fin, no se puede ser perfecto. No todas las ocasiones van a ser gol.
"Yo lo intenté" - manifestó tras un golpeo de balón algo ineficaz con la portería toda para él. ¡Qué golfa! ¿Qué se había creido? ¿Qué se la iba a meter por las buenas?. Las percepciones más generosas opinan: "Bueno, ganar de uno es lo mismo que ganar de dos".


No obstante, esa opinión se hace fuerte TRAS el partido. Ganar 5-1 y ver cómo te marcan el segundo, después el tercero y a continuación el cuarto, se convierte en una inquietud poco liviana. Y sin aire. Así fue la victoria de Camelfall, algo agónica la pobre, pero victoria después de todo. Son tres puntos y la sensación de haber hecho un esfuerzo no baldío, aunque hay visiones para todos los gustos.


Orteguita parece erigirse en goleador, aunque Ramon, cuyo uniforme comienza a parecerse mucho al de la imagen, intenta seguirle la estela. Ambos marcaron dos goles de ese quinteto que parecía sentenciar el encuentro contra su rival. Sin embargo, aún tocaría sufrir un poco: "Alberto, esos dos chicharros van dedicados a tu figura", comentaba el profesor a su compeñero de fumeteos, algo seco de cara a portería. "Aunque me inquieta que el rol de lo goleador en propia puerta haya pasado al belga". "No te preocupes. Piensa que trabaja con el Chus, así que debe ser un sinvergüenza. ¿Por qué crees que juega con nosotros?. Es de fiar". De una manera u otra, nuestro valón compañero también estuvo acertado de cara a portería, independientemente de si era Miguel o no el que estuviera guardándola.

El arquero cornellense se desespera por momentos. "Es necesaria una terapia de grupo. Esto no puede seguir así. ORGANIZACIÓN, COJONES, ORGANIZACIÓN!". Tantas semanas Zamora en la pasada liga y este año está viendo más perforaciones que nunca. "Será porque estamos en Bellvitge: todo lleno de socavones. Qué vergüenza!! ".





A pesar de todo, Camelfall se impuso y Javi mantuvos sus números sin mácula. No marcó pero tampoco le expulsaron. ¿Se resarcirá la próxima semana? Porque este jueves, Camelfall vuelve a los terrenos de juego con un apasionante derbi con Sants Escrema (22:45). La intempestiva hora no será impedimento, de momento, para que las fieras del Llobregat puedan reecontrarse con su tan preciado rival, cuya estrella ya ha estado practicando algunas piscinas para satisfacción de Metalazzi. Mientras tanto, Ortega ha practicado sus hondas de pique este fin de semana para que el arbitro se lleve alguna bronca y los rivales alguna reprimenda. La fiesta está garantizada.

Nos vemos entonces


Agur!



1 Comments:

At 8:40 a. m., Anonymous Anónimo said...

Joe, yo lo intenté, yo lo intenté.

 

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