viernes, enero 04, 2008

CAMELFALL, 4 - RIVIERA.COM, 5

MAL COMIENZO

Llegó el 2008, como suele decirse, y con ello nuevos propósitos. Bueno, o despropósitos, si son de menester, ya que a las edades que nos afectan no es plan de cambiar así por así. Camelfall inició el año como lo acabó: por debajo en el marcador. En fin, debe ser que toca experimentar y probar todo tipo de posturas y tampoco es plan de estar siempre arriba. Y estar debajo no es necesariamente malo, siempre y cuando no comas almohada. En pocas palabras: volvimos a perder, esta vez por la mínima, y Miguel se manifestó claramente: "No hablemos de fútbol. Existen otros temas más interesantes". Ortega se expresó en términos semejantes: "¿Para qué nos vamos a quejar del árbitro? Si la verdad es que somos unos patatas."

Alberto salió especialmente motivado para este encuentro, si bien su preparación no contó con la tensión necesaria (en términos neurológicos, no hormonales): "Si no me llega a llamar Juanma, ni me acuerdo que hoy jugábamos". Aún así, salió con ganas, ignorante él de que el equipo ya iba perdiendo cuando saltó al campo. Dice la leyenda que Miguel no le hace ascos a comer un poquito más aún siendo época de exceso navideño, por lo que devoró un balón pegado al poste con cierta pasión y después lo recogió del fondo de la red. Ortega también entonó el mea culpa (nada que ver con las actividades urinarias junto al mercado de Sant Ildefons en Fin de Año). Y para consolarlos, estaba Alberto, que recuperó un balón en campo contrario, trianguló con el mismo Orteguita, que envió el esférico al fondo de la red, no sin antes mirar con devoción el poste (1-1).

Parecía que Camelfall despegaría y un zurdado del debutante Javi apuntaba a ello (que no quiera decir que disparara adónde pretendía). Tanto daba, una volea tras un saque de corner acribilló al portero de Riviera y establecía el 2-1.

La alegría duraría poco. Inmediatamente, un jugador de Riviera regateó hasta su sombra, de izquierda a derecha y sacó un cañonazo hacia la cabeza de Miguel que le llenó de pavor. "Joder, no meteis la pierna. Un defensa debe marcar el terreno, como los perros"- espetaba Metalazzi, exigiendo más ganas. Su arenga no serviría de mucho: dos contras de Riviera acabaron es sendos goles en superioridad numérica. 4-2 y para qué explicar la lección de Coco sobre "arriba" y "abajo". Después de todo, un servidor tampoco se caracterizaba por bajar a defender. Lo malo es que Juanma se está dejando influir por mi: "Demonios, tengo otras virtudes para que imites precisamente eso". El de Cerdanyola lo sabe, luego lo intenta.

Camelfall estuvo a punto de recortar distancias, pero Ortega seguía encaprichado con los postes. O con el portero. "Es que es muy ancho" - exclamaba como si su rigurosa observación justificara alguna posible incorrección política. En un mano a mano, incluso dando la espalda, insistió e insistió hasta que el balón acabó en los pies de Alberto, que esperó pacientemente junto al otro poste de la portería rival y luego solo tuvo que empujar el balón libre de marca (3-4).

Parecía que el empate podía llegar y, quizá por ello, los ánimos se calentaron un ratito. Metalazzi tuvo algún encontronazo, pero sería un choque cuando estaba en el banquillo el que escrepó los ánimos de los más cafres (digasé que aquellos que no pueden con su alma y buscan culpables en el arbitraje o en las rudas maneras del contrario). Así, mientras en Riviera algunos daban ejemplo de corrección, algún otro, típico "azucar" (yo doy, pero que no me den) comenzó a lloriquear en demasía y se vio alguna patadita. Todo quedó zanjado con un despeje "Made in Taraville", de aquellos de llevarse el autobus por delante, que dejó al jugador contrario algo frustrado porque, al dar antes al balón, no podía hacerse la víctima (que malos son los excesos navideños). Cuando parecía que la cosa podría ir a más, sobretodo con la salida de Metalazzi al campo, pasó lo contrario. La emoción en el marcador pudo más que las salidas de tono (nadie querría quedarse sin reyes, supongo) y el final no perdió emoción aunque sí tensión. Riviera, en otra contra, marcaría de nuevo desde la linea de gol tras una nueva y coordinada jugada en superioridad. (3-5). Poco después, Juanma tuvo su oportunidad, pero su golpeo "patadepalo-Smith" salió fuera ajustado al poste. Javi devolvería la "apretura" al luminoso, cuando un alocado disparo despistó al portero y entró junto al palo opuesto tras dar un extraño efecto en el primer madero. Sería lo último a decir en este inquieto partido, con demasiada alteración para la rasca que hacía.

La próxima semana, Camelfall se encuentra a Yague 96 en partido de Jueves a las 22:45. A la espera de acontecimientos y excentricidades vestuarias varias, nos vemos entonces.

Felices Reyes aunque no seais monárquicos! Agur!!