domingo, marzo 02, 2008

CAMELFALL, 5 - EWALS,1

VIVA EL ESPECTÁCULO



La liga llega a su fin. Para celebrarlo, Camelfall y Ewals nos deleitaron con un partido esperpénticamente goleador, más trámite que competición, en un duelo muy desequilibrado que no tuvo excesiva emoción. De principio a fin, los camelleros se mostraron superiores. Tanto, que por momentos el partido perdió hasta la seriedad (si alguna vez la tuvo), con ritmo de correcalles o pasacalles (sin término medio) y pérdidas constantes de balón. Ewals, con un equipo casi desconocido, no tuvo apenas punch en ataque y las ocasiones de las que dispuso fueron más por la desidia defensiva azulada que por un desbordante juego ofensivo.




Daría más detalles sobre los goles... pero lo cierto es que el partido fue muy distendido y la cabeza estaba más en el bar que en el propio campo. Sin desmerecer su acierto, Alberto y Ortega marcaron a pares y Adrien cerró el marcador. El gol de Ewals fue... en fin... dejésmolo. Taravilla no tuvo mucho trabajo y sudó más por el clima primaveral que invade este invierno fraudulento que por un intenso esfuerzo durante en envite.


La imagen de la jornada, la más testimonial, la más espectácular fue: Miguel saca con la mano hacia Juanma al borde del área defensiva. Nadie le presiona. Como Camelfall va ganando, tampoco tiene prisa. Así que se va adelantando el balón y lo sigue caminando como "Pedro por su casa". Toda una magistral demostración de la tensión que transmitía el encuentro. No obstante, tampoco hay que ser excesivamente críticos. Alguna carrerita se echaron los muchachos (eso sí, no fue para bajar a defender). A Ortega se le vio sudar un poco, aunque su puntería estaba ya en la Flama. Un saque de falta directo a puerta (es un decir) fue golpeado con el tobillo y borró la línea del corner; Ramon volvió al equipo aunque Iker Jiménez sigue sin dar con una explicación racional que corrobore el proceso de abducción de la semana anterior; Alberto protestó un poco; Adrien se volvió a joder el tobillo, pidió el cambio, salió del campo cogeando, permaneció un buen rato en el suelo, luego volvió a salir al campo y marcó un gol; Y Juanma, bueno, disfrutó de una bonita tarde en el campo.



Camelfall concluye la Liga en 6ª posición, con 17 puntos. 5 victorias, 2 empates y 9 derrotas es su bagaje. 52 goles a favor y 83 en contra (el más goleado, esto tiene su mérito). Así que tan contentos abandonamos la primera división con ánimo de triunfar (o algo parecido) en algún lado.


Esta aficionada os manifiesta su admiración , sobretodo a Miguel y Juanma.

CAMELFALL, 1 - BOFILL I ARNAN, 6

ES LO QUE HAY!
Bueno, bueno, cuando se pierde 6-1 sin ninguna finalidad más allá de no recibir un carro demasiado grande, lo mejor es no empacharse de palabras. El gol lo marcó Adrien de cabeza, Ortega repartió de lo lindo al pequeñajo, hubo trifulca final, los líderes acabaron jugando como si se jugaran la clasificación para la Champions y finalmente recibimos la mitad de goles que la otra vez. ¿Qué más quereis saber?
Conclusión: nos dejamos de historias. Como bien dice Ramon (cuando viene, claro): "En el fondo lo que escribas nos la suda. Solo queremos sentir el cariño de nuestras aficionadas". Así que os dejo con esta joven interesada en las vicisitudes de nuestro vestuario camellero. Por favor, sed educados con ella.

DE GRANDI, 4 - CAMELFALL, 5

BRAVO POR EL TOGGO


Gran victoria de Camelfall en un trabado partido con un arbitraje, digamos, mejorable. Mucho cambiaron los roles de ambos equipos respecto a la primera vuelta, en cuyo partido se impusieron los Restaurant-boys por 5-7 tras dominar en el marcador todo el encuentro. Estas vez las tornas se intercambiaron y fue Camelfall el que dominó el tanteo durante gran parte del enfrentamiento (nunca mejor dicho, sobretodo al final de partido). Camelfall aprovechó su mejor disposición de jugadores y llegó al final con lo justo, especialmente con Adrian jodido del tobillo y Javi expulsado. Que nivelazo!!! A esto hay que sumar el Ramongate: una inexplicable espantada al inicio del partido al que los grandes especialistas del misterio todavía prestan atención. Iker Jiménez ha estado a punto de implicarse en el caso, pero Geminis no ha permitido la entrada a sus investigadores. La razones son de estricta seguridad, ya que la reportera fue minuciosamente observada con meticulosa lascibia.


Alberto, siempre dicharachero en el campo e incansable en su verborrea, ejerció de brazo ejecutor camellero para inagurar el marcador (0-1). Adrien aumentaba la ventaja empujando el balón tras una jugada combinada del equipo (no, no me mireis así, la palabra combinación es correcta). Con un Juanma portentoso en defensa, recuperando balones y dando el do de huevos, De Grandi se vio pronto impotente en sus ataques, bien solventados por Miguel cuando se aproximaban al arco. No obstante, no todo podía salir tan perfecto y Camelfall fue cogido a la contra y vio recortada su ventaja en el marcador. (1-2). Alberto ejerció de soprano y a Ortega se le podía ver la venilla de la frente. El empate de De Grandi, poco después tras un disparo lejano que sorprendió a Miguel, pareció sacar la licantropía escondida tras las facciones de algunos jugadores camelleros.



Metalazzi devolvió la ventaja al marcador tras potente disparo de falta (2-3). Las cosas parecían ponerse de nuevo de cara para Camelfall, que dispuso de varias ocasiones a través de Adrien, especialmente encaprichado con los postes. Un mano a mano contra el portero fue definido con un POM del poste izquierdo con el meta batido. Adrien exclamó algo en lengua extraña que no me atrevo repetir y que tenía pinta de ser malsonante o blasfemo.


El que sí acertó fue nuestro cornellense chico de los seguros. Con un cortar y pegar respecto al gol contra Sants Escrema, el defensa de De Grandi salió con el balón por el medio de su área presto a iniciar felizmente la jugada. Sin embargo, allí estaba el Espalda Musculada de Geminis para robarle la cartera y enviarlo a cinco metros con un golpe de Omoplato. Mientras el defensa desde el suelo reclamaba falta como si estuviera en el casting de "Resident Evil", Ortega batía al arquero rival (2-4).
Si al árbitro ya le miraban con mala cara, después de aquello era visto con mirara Bardeniana (vid. No es país para Viejos).


No obstante, la pájara no podía faltar y De Grandi aprovechó los errores defensivos camelleros. Un disparo desviado por un defensa sorprendió a Taraville y devolvía el apretón al marcador. Para no faltar a la costumbre de los despropósitos, una contra acabó en un 2 contra 3 que dejó a portería vacía el gol del empate.

Las jugadas de gol habían sido dos golpes contundentes pero no acompañados de fluida continuidad. Camelfall seguía llegando al área contraria aún sin la pegada necesaria. Llegaría la ocasión de Alberto, en una de sus excursiones por la defensa, que supo desequilibrar por banda derecha y tranzó un pase largo al espacio tras el cuál corrió Adrien como un poseso. Su disparo cruzado al poste contrario atravesó como una exhalación ante el guardameta rival que solo pudo recoger, con resignación, el esférico cuando estaba en la red. 4-5 y poco por jugar.

Para proceder al cierre del partido solo queda la entradita de Javi, que vio la targeta azul y observó con atención el mal humor que profesaba el rival. También vería la targeta azul, para que la desazón no se apoderara de él. El tiempo se agotó y Camelfall venció. A pesar de los denodados esfuerzos realizados en algunas ocasiones, la Liga iba a concluir sin que fueran farollilos rojos. La clasificación a mitad de tabla ya estaba fijada. En fin.

SANTS ESCREMA, 4 - CAMELFALL, 2

DE NUEVO A LAS ANDADAS

Podríamos resumirlo con la simple mención de una nueva derrota de Camelfall tras dos partidos resultones. Tras el último partido con los McGillycuddy's concluido en empate, bien acompañado por el protagonismo de Taraville, volvimos a la senda de siempre. El rival era un viejo conocido, Sants Escrema, en uno de esos partidos repletos de amor y cariño en el que siempre surge el mismo debate: ¿hay que cargarse al 9 para que cese en su empeño de dejar en evidencia a nuestra defensa? No es necesario gran cosa para que nuestros muchachos demuestren sus artes en comb... digooo, en el campo. Sin embargo, a pesar de las llamadas a la leña de nuestro arquero, el partido transcurrió como siempre.

Escrema se encerró atrás y esperó pacientemente las oportunidades para soltar los zarpazos. La posesión era camellera, apretaban y apretaban, pero sin despertar mucho miedo. Cuando los azulados se cansaba, entonces su rival salía en contraataque, dos contra uno y gol. Y desde la otra punta del campo, Alberto quejándose. Y así sucesivamente hasta cuatro veces (2-0 en la media parte). Camelfall no cae dos veces en la misma piedra, lo suyo parece un sketch de los monty python.

Sin embargo, la fortuna favoreció a los orcos camelleros. El rápido de Escrema se lesionó (las malas y viciosas lenguas hablan de un recadito de Metalazzi) y hubo de acabar de portero. Fue entonces cuando el dominio camellero pasó a ser absoluto. Con 4-0 abajo y 12 minutos por delante, Camelfall tenía la ocasión de, como mínimo, maquillar el resultado fruto del "atac i gol" al que sometió a su contrincante. Tocaba un poquito de puntería.

Pero el acierto no estaba barato. La delantera de fina no tenía ni la Ina. Hubo de ser Javi Díaz el que estrenara el casillero camellero tras un disparo de falta. Y con emoción, eh! El balón tuvo que dar al palo y luego superar las resistencias del accidental portero, cabronazo él en oponerse con tanta insistencia a que entrara la pelota. Ortega fue raudo y veloz a recoger el balón de la red, mientras Alberto se quejaba de un grano que tenía en el maxilar izquierdo.

Siguió insistiendo Camelfall como si pretendiera un

embarazo. Sin embargo, Escrema demostraba su habilidad moviendo la portería cada vez que disparaban a puerta los atacantes camelleros (sinó, no me lo explico). Fue Ortega el que, tras un fiera lucha por el balón, hizo uso de sus fornidas espaldas forjadas en el gym de Geminis para enviar fuera del campo al defensa rival, hacerse con el balón con cucharilla y enviarlo al fondo de la red (4-2). Por una vez, golpeó el balón con el empeine.
El tiempo se agotó y con este marcador concluiría el encuentro. Los deberes quedaron por hacer, pero no pasaba nada. En la Flama se puso el punto que faltó en este entretenido partido. Salud y bravas!