CAMELFALL, 7 - POEIRA, 6

HARD WORK

Una semana más, Camelfall permanece imbatido y prolonga así su increible racha de partidos sin conocer la derrota. Anoche sufrió de lo lindo, toda una excentricidad (por llamarlo de alguna manera) si tenemos en cuenta que había acumulado una cómoda renta de cuatro goles a mediados de la segunda parte. Sumó los tres puntos, al final, gracias a un gol de falta de Chus, que retornaba a los terrenos de juego de Geminis tras unas semanas de descanso. El resultado devolvió lo que elaboradamente se había ganado Camelfall durante gran parte del encuentro, en el cuál supo defender con gran rigor mientras tuvo fuerzas y en el que logró definir cuando tuvo oportunidad.

Los camelleros contaban con la sensible baja de su portero, Taraville, además de las ausencias de Ramon y Adrian, compensadas con la presencia de Pau y la novedosa reaparición de Porretti...como portero!!. El nivel del equipo no se resintió durante el primer tiempo, a pesar de las numerosas pérdidas de balón en el medio del campo y los pases fallidos ante un ordenado Poeira, que defendía bien en estático pero era desbordable en carrera. Los constantes errores en los pases fueron, de todas maneras, bien corregidos por los camelleros, con un Javi implacable y capaces de replegarse con rapidez ante las posibles contras, lo cuál ayudó bastante en su labor a su accidental guardameta, siempre atento a los disparos a ras de poste. Ortega se encargó de asistir desde atrás. Una magnífica triangulación acabó con dejada del cornellense al centro del área, para contundente remate de Chusma, que sumaba así su segundo gol de la temporada. Poco después, un pase elevado a la banda derecha fue bien controlado por Alberto, que se sacó un potente disparo raso al poste contrario del portero, estableciendo un laborioso 2-0, bien mantenido con las ayudas atrás y una sobria actuación de Porro bajo palos.

El segundo tiempo nada tuvo que ver con el primero. Poeira se veía impotente ante su total falta de efectividad de cara a la portería contraria, aún cuando su fútbol vertical le permitía llegar con relativa facilidad a las proximidades del área camellera. Fue Camelfall quien volvió a golpear primero en la reanudación: un balón aparentemente fácil para el portero de Poeira fue robado por Chus a medio metro del arquero, al que regateó antes de marcar el tres en el casillero azulado (3-0). Era un duro revés para Poeira, que pronto encontraría la manera de plantarse ante el portero rival a través de rápidos contraataques. Camelfall jugaba mejor y más cómodo en campo rival, y su contrincante pronto se percató de la efectividad que podría resultar presionar arriba. Con un árbitro muy ínclito y meticuloso ante el siempre aguerrido juego camellero, Poeria vio que podía arriesgar más arriba con el pressing y probar un juego de triangulaciones ante un equipo más cansado que en la primera parte. De esta manera, se produjeron dos mano-a-mano entre los delanteros de Poeira y el meta camellero. El primero lo ganó el portero; El segundo fue el 3-1 tras sortear la salida.

Poeira se creció y se fue arriba con fuerza. Más tolerado por el arbitraje (Camelfall, en cambio, ya sumaba las 5 faltas aún con casi todo el segundo tiempo por disputar), siguió presionando en busca del segundo gol. Sin embargo, se volvió a repetir la misma historia. Alberto controló un balón en el medio del campo y, ante el espacio que le dejaron por el centro, se sacó otro cañonazo "Morgan" que acabó en la red del rival. El 4-1 aportaba más calma a Camelfall, pero la emoción no tardaría en volver. Un despiste tras un saque de banda por la derecha del ataque de Poeira, permitió un disparo, casi sin ángulo, que un confiado Reverendo no acertó a despejar con el pie y fue sorprendido por debajo (4-2). La temperatura subía.

Camelfall se resistía a ser neutralizado. La dinámica del intercambio de goles le beneficiaba y de nuevo volvería a ampliar su ventaja. Tras una ocasión clarísima de Poeira, que la salida porriana desbarató, Javi inició una contra, la envió a la banda a Chus, que envió a Pau, incansable recuperador, a la otra banda. Su toque ajustando la pelota al poste derecho del portero acabó mansamente en gol (5-2). Era la antesala de lo que vendría a continuación: el magistral gol de Ortega. Una falta señalada en ataque a Poeira junto al corner izquierdo local se convertiría en el sexto tanto de Camelfall. El saque de falta se convirtió en disparo cuando Protestaman vió adelantado al portero y le envió un tiro bombeado que al que el guardameta de Poeira no pudo llegar. Un gran gol que debió haber sido definitivo para el destino del partido. Pero el pescado no iba a venderse tan pronto. En unos pocos minutos, Camelfall iba a pasar por un auténtico calvario.

Sin nada que perder y con el factor Faltas a favor, Poeira se fue con todo al ataque. Una jugada casi calcada a la ocasión fallida antes del 5-2 iba a convertirse en el 6-3. Recuperación de balón, apertura, devolución al centro y cara a cara con el portero. Camelfall había sido desbordado por velocidad y eso tendría un pernicioso efecto para su defensa, pues la línea de retaguardia iba a jugar más retrasada a partir de ahora. El impetu de Poeira comenzaba a surtir efecto y, en un visto y no visto, las dos lineas camelleras fluctuaban entre una gran separación (sobretodo cuando había una contra) o una conjunción muy atrás, con acumulación de jugadores al borde del área. Porro, que ya de por si no es un lince, iba a ver menos que nunca. Las trabas y rechaces favorecían a los visitantes y, en pleno aluvión, ni defensa ni portero pueden tapar un disparo desde el lateral derecho. El balón supera la línea de gol sin nada que lo detenga (6-4). La cosa se ponía al rojo vivo. Esto no había hecho más que comenzar. El diferente rasero de las entradas de uno y otro equipo se manifestó con una brusquedad que perjudicaba más a unos que a otros. Dos dobles-penalties iban a dar la oportunidad de empatar a Poeira, al cual le señalaron 12 faltas a favor pero no les llegaron a castigar con la quinta en contra ni en la primera ni en la segunda parte.

El primer lanzamiento supuso el 6-5. Tiro raso, ajustadísimo al palo izquierdo de Porro, que tomaría nota de cara a la próxima doble-pena máxima, señalada cuando no había discurrido ni un minuto. Nuevo disparo a su izquierda, pero esta vez si logró despejar el meta "suplente" de Camelfall. Poeira no iba a ceder en su intento. En una jugada muy similar a la del cuarto gol, una lluvia de rechaces, intentos de despeje y otros golpecitos varios, acabó con tiro lateral a ras de poste. Se cumplían los peores temores y se repetía la misma historia que hace 5 días, cuando los camelleros desperdiciaban una buena renta de goles y se vieron con un 6-6 con algunos minutos por jugar. Una sensación de deja vu recorría a los jugadores azulados. No era para menos. Pero había más.

El talento y la calidad de los grandes jugadores aparece en los momentos más complicados. Una buena jugada camellera, en las postrimerías del partido, acabó con una clamorosa falta cerca del corner derecho. En su ejecución, Chus cruzó el balón golpeandolo con rabia. El portero visitante no la vió y el poste protestó tímidamente ante de dejar el balón en el fondo de las mallas. 7-6. Esta vez, la ventaja sería definitiva y otorgaría a los Flama Boys tres nuevos puntos. Era noche de luna llena y se había sudado la camiseta. Había satisfacción en el vestuario.

La próxima semana, Camelfall se enfrenta a un renovado y lanzado Riviera.com a las 20:30 del Jueves 7. En las dos ocasiones que ambos equipos se han visto las caras, los azulados se han impuesto por 6-2. No obstante, las seis victorias consecutivas de Riviera (incluidas un 7-1 a Poeira, 5-1 a Atunes y 4-0 a Operación Dragón) hacen sospechar que es un equipo muy diferente al que ha caido en los enfrentamientos anteriores. El próximo jueves saldremos de dudas. Disfrutad de los nuevos consistorios.



Agur!